Tras los fuegos artificiales, el grito de una niña resuena en la noche. Ha descubierto el cadáver de una mujer joven con su rostro terriblemente desfigurado, cubierto por la careta de un lobo de cuento infantil. El subinspector de policía Diego Cárdenas pertenece al equipo que debe investigar un caso, en apariencia, sencillo. Sin embargo, este policía logroñés, desencantado con el mundo, intuye que quizá la mujer no es quien parece ser. Un papel sobre la hierba, con un texto en cirílico y unas notas musicales dispersas y garabateadas, podría ser la clave que anda buscando. Unos diarios escritos durante la Guerra Civil española abren otra nueva línea de investigación en la que se ve implicada una acaudalada y singular familia de bodegueros.